Alimentación y nutrición
La sandía tiene diversas aplicaciones curativas, en las que intervienen la pulpa, la corteza o las semillas. Resulta beneficiosa contra las insolaciones, la hipertensión o la faringitis entre otras enfermedades. Es muy utilizada en diversos países americanos por sus propiedades curativas.
El Fruto
La sandía es un fruto grande y de forma más o menos esférica que suele consumirse cruda como postre. Su pulpa es de color rojizo o amarillento y de sabor dulce. Resulta un alimento muy refrescante que aporta muy pocas calorías al organismo, también aporta algunas vitaminas y minerales.
La sandía es un fruto grande, de hasta 25cm de diámetro, que puede alcanzar los 15kg de peso. La forma es ovalada o esférica, con una corteza lisa y de color verde oscuro, que a veces presenta bandas irregulares más pálidas. La pulpa es dulce, jugosa, refrescante y de color amarillento o rojizo. Contiene muchas pepitas de color negro, marrón o blanco. Algunas variedades cultivadas en los últimos años, cambian estas características clásicas de las sandías, dando frutos sin semillas, variedades con la pulpa amarilla o sandías de menor tamaño.
La sandía se consume generalmente en crudo, en rodajas, cuartos o incluso en bolas. También se emplea para elaborar sorbetes, purés, mermeladas y confituras. En Rusia preparan un vino muy popular a partir de zumo de sandía. La corteza se aprovecha a veces encurtida o confitada y en los medios rurales sirve como alimento del ganado. Las semillas se consumen en algunas regiones tostadas y saladas.
Es un alimento muy rico en agua que apenas contiene grasas y proteínas, por lo que aporta muy pocas calorías. Además es una fuente importante de potasio y vitamina A. Es un fruto refrescante y con propiedades diuréticas. En muchos países americanos es usada con fines medicinales.
La sandía es un fruto grande, de hasta 25cm de diámetro, que puede alcanzar los 15kg de peso. La forma es ovalada o esférica, con una corteza lisa y de color verde oscuro, que a veces presenta bandas irregulares más pálidas. La pulpa es dulce, jugosa, refrescante y de color amarillento o rojizo. Contiene muchas pepitas de color negro, marrón o blanco. Algunas variedades cultivadas en los últimos años, cambian estas características clásicas de las sandías, dando frutos sin semillas, variedades con la pulpa amarilla o sandías de menor tamaño.
La sandía se consume generalmente en crudo, en rodajas, cuartos o incluso en bolas. También se emplea para elaborar sorbetes, purés, mermeladas y confituras. En Rusia preparan un vino muy popular a partir de zumo de sandía. La corteza se aprovecha a veces encurtida o confitada y en los medios rurales sirve como alimento del ganado. Las semillas se consumen en algunas regiones tostadas y saladas.
Es un alimento muy rico en agua que apenas contiene grasas y proteínas, por lo que aporta muy pocas calorías. Además es una fuente importante de potasio y vitamina A. Es un fruto refrescante y con propiedades diuréticas. En muchos países americanos es usada con fines medicinales.
La planta
La sandía es una planta rastrera y trepadora de tallos alargados, con hojas divididas en lóbulos. Su fruto es una baya que puede alcanzar los 15kg de peso que presenta una corteza dura de color verde y una pulpa dulce de color más o menos rojizo. Actualmente las sandías se suelen injertar sobre otras especies de la misma familia resistentes a determinadas enfermedades del suelo.
La sandía es una planta anual que pertenece a la familia de las Cucurbitáceas. Su nombre científico es Citrullus vulgaris. Sus tallos son herbáceos, rastreros y trepadores, pudiendo alcanzar hasta los 5m de longitud. Son cilíndricos, con surcos longitudinales y recubiertos de pelos.
La cara superior de las hojas es muy suave al tacto, mientras que el envés es muy áspero y con nervios muy pronunciados. Las hojas aparecen divididas en segmentos redondeados, teniendo cada una entre 3 y 5 lóbulos.
Las flores nacen en las axilas de las hojas. Son de color amarillo y solitarias, habiendo flores masculinas y femeninas. Son polinizadas por insectos. Las flores femeninas dan lugar a las sandías, que son bayas grandes de forma más o menos esférica y de tamaño variable, pudiendo pesar entre 2 y 15kg. La pulpa es rosada o rojiza y contiene muchas semillas aplastadas de color variable (marrón, negro, blanco, etc.). La corteza del fruto puede ser lisa o con bandas más claras y su color varía entre el verde oscuro y el verde claro.
Debido al ataque de diversas enfermedades del suelo, especialmente el hongo Fusarium oxysporum, actualmente las sandías que se cultivan se injertan sobre otra planta que tenga raíces resistentes a este parásito. Para ello se usan especies cercanas a la sandía, como Cucurbita ficifolia, Benincasa cerifera o Cucurbita moschata, todas ellas también pertenecientes a la familia de las Cucurbitáceas.
La sandía es una planta anual que pertenece a la familia de las Cucurbitáceas. Su nombre científico es Citrullus vulgaris. Sus tallos son herbáceos, rastreros y trepadores, pudiendo alcanzar hasta los 5m de longitud. Son cilíndricos, con surcos longitudinales y recubiertos de pelos.
La cara superior de las hojas es muy suave al tacto, mientras que el envés es muy áspero y con nervios muy pronunciados. Las hojas aparecen divididas en segmentos redondeados, teniendo cada una entre 3 y 5 lóbulos.
Las flores nacen en las axilas de las hojas. Son de color amarillo y solitarias, habiendo flores masculinas y femeninas. Son polinizadas por insectos. Las flores femeninas dan lugar a las sandías, que son bayas grandes de forma más o menos esférica y de tamaño variable, pudiendo pesar entre 2 y 15kg. La pulpa es rosada o rojiza y contiene muchas semillas aplastadas de color variable (marrón, negro, blanco, etc.). La corteza del fruto puede ser lisa o con bandas más claras y su color varía entre el verde oscuro y el verde claro.
Debido al ataque de diversas enfermedades del suelo, especialmente el hongo Fusarium oxysporum, actualmente las sandías que se cultivan se injertan sobre otra planta que tenga raíces resistentes a este parásito. Para ello se usan especies cercanas a la sandía, como Cucurbita ficifolia, Benincasa cerifera o Cucurbita moschata, todas ellas también pertenecientes a la familia de las Cucurbitáceas.
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